No podemos desaprovechar la oportunidad de la crisis

Fonte da foto: arquivo pessoal
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Por Marisol Rojas Salas
Desde marzo 2020, cuando Costa Rica sintió por primera vez los embates de la pandemia COVID-19, nos dimos cuenta de que la afectación que se avecinaba era enorme, no sólo por la condición sanitaria, sino también porque ya hacía tiempo veníamos enfrentado una de las peores crisis fiscales de nuestra historia. Por otro lado, la llegada de la enfermedad hizo que se magnificaran las grandes vulnerabilidades de las diferentes poblaciones: pobreza extrema, brechas de conectividad, poblaciones con algunos tipos particulares de discapacidad, quienes padecen el analfabetismo digital, las mujeres estudiantes que se ven abrumadas con otros roles en las condiciones de aislamiento social en sus hogares, por citar algunos de esos grupos desfavorecidos.